Militarismo (1876-1886)
Período
de la historia de nuestro país en el que se produjeron cambios en diferentes
planos que permitieron adecuar el Estado y la sociedad a las nuevas realidades
internas y a las crecientes demandas de un mundo industrializado en expansión. También
fue un período en el que se ejerció una autoridad sin límites, en la que la que
no hubo garantías, ni respeto a los derechos fundamentales del hombre: la vida
y la libertad. Este período abarca los gobiernos de los generales Lorenzo
Latorre y Máximo Santos.
Hacia
la segunda mitad del siglo XIX el Uruguay era un país que no había conseguido
aún la estabilidad política y socioeconómica deseable. Algunos de los
obstáculos en la organización del país eran por ejemplo: las dificultades para
comunicar el norte con el sur, principalmente con Montevideo; la existencia de
una población errante sin trabajo fijo que vivía del abigeato del ganado y que
vagaba tranquila por nuestra pradera sin encontrar mayores inconvenientes
debido a la falta de patrullaje policial; la mala distribución de la tierra,
pocos latifundistas con grandes estancias muchas veces con títulos pero sin
delimitar adecuadamente; la existencia de dos “tipos de autoridad”, el caudillo
y el doctor; el uso de la violencia como medio para alcanzar los objetivos
políticos, fueron comunes las revoluciones, en las cuales tantpo caudillos como
doctores se enfrentaban representando no solo dos espacios distintos (campo –
ciudad) sino también dos ideologías distintas (partidos colorado y nacional).
Estos fueron algunos de los inconvenientes que se buscaron solucionar para
encausar al país hacia la modernización.
Lorenzo
Latorre y la modernización del Estado
A
continuación un fragmento del diario La
Democracía del día 10 de marzo de 1876 que nos ilustra el día en el que
Latorre es convocado a conducir los destinos de nuestro país:
Un gran acontecimiento – la Tribuna de ayer anuncia la proximidad de un acontecimiento de
trascendencia, prometiendo comunicarlo a sus lectores en el acto, aun cuando él
se verifique a media noche. Suponemos que el colega no habrá querido referirse
al eclipse parcial de luna que, según
los astrónomos, debe tener lugar esta noche, después de la media, sino al ecipse total de Varela cuya desaparición
no pueden predecir los astrónomos de aquí abajo, sino los que dominan los
elementos desde lo alto de la torre.
Si
bien Latorre procedía del Partido Colorado, su gobierno no hizo una política
exclusivamente partidaria. Aun cuando asumió con el respaldo del ejército y se
valió de éste para imponer la autoridad del
Estado, el gobierno de Latorre no fue un gobierno de la clase militar, ni lo
realizó en beneficio de ésta. Sin embargo, no cabe duda de que el poder
desarrollaba una autoridad basada en el ejército, y que hubo un orden dictatorial, que Latorre impuso
por la violencia, con ejecuciones sin juicio y castigos sin intervención
judicial.
Las
bases sociales del régimen militarista fueron muy claras. Había fuertes
sectores sociales interesados en el establecimiento de la paz interna para
vializar económicamente al país y permitir su mejor inserción en los mercados
internacionales.
Logros
del gobierno de Latorre:
·
Progresos técnicos que modernizaron al Estado: el fusil Remington, el telégrafo, el ferrocarril,
el correo, la creación de los Códigos Civil y Rural.
·
Secularización del Estado: Creación del Registro Civil.
·
Extensión de la acción educativa del Estado: Ley de educación común, creación de la Escuela de
Artes y Oficios.
·
Consolidación del derecho de la propiedad privada: Código Rural, creación del registro de Marcas y
Señales, creación del Registro de propiedades departamentales y seccionales,
aplicación de la “ley de fuga”, alambramiento de los campos.
La
puesta en marcha de estas medidas trajo consigo consecuencias económicas,
jurídicas y sociales, modificando para siempre, principalmente la vida en la
campaña, ese sitio que, desde la época colonial había permanecido en absoluto
desorden.
Máximo
Santos la pompa del poder
En
1878 se llevaron elecciones nacionales con gran abstencionismo. Latorre fue
nombrado presidente constitucional en marzo de 1879, pero renunció al año
siguiente diciendo: “los orientales son
ingobernables”. Luego de la renuncia de Latorre, y tras un breve interinato
de Francisco Vidal, asume el gobierno el Gral. Máximo Santos. Como su antecesor, Santos ejerció un gobierno
dictatoral, reprimió a sus opositores, censuró la prensa y trasgredió las
normas legales. A diferencia de Latorre, en cambio, favoreció al ejército y
derrochó los dineros públicos rodeándose de lujos y actos de ostentación. Se
proclamó Jefe del Partido Colorado, llevó a cabo una política excluyente que lo
expuso a la oposición, incluso dentro de su partido.
Durante
este período se acentuó el fortalecimiento del Estado, al crearse el Ministerio
de Justicia, Culto e Instrucción pública. Se amplió también la esfera de sus
competencias al imponerse la ley del matrimonio obligatorio y crearse los
registros de nacimientos, defunciones, matrimonios, reconocimientos y
legitimaciones.
Santos
ejerció el gobierno hasta 1886 cuando, luego de sufrir un atentado por parte de
sus opositores se vio obligado a renunciar. Con este hecho se daba por
culminada una década de gobiernos militares que llevaron a la modernización del
país, con cambios profundos, que favorecieron, principalmente, a las élites de nuestro país. Los civiles
volvieron a ejercer el gobierno con un país más organizado, e incierto en el
modelo económico imperante en la época.
·
NAHUM, B (1993), Manual
de Historia del Uruguay, T1, pp 176-197.