domingo, 17 de junio de 2018

Viajes de exploración del siglo XV: las causas

A partir del siglo XV, el reducido espacio en que se había desarrollado la vida  de  la Europa medieval fue sucesivamente ampliado por expediciones sistemáticas que descubrían nuevas tierras o abrían nuevas rutas. En poco más de dos siglos, civilizaciones hasta entonces desconocidas, y otras con las que solamente se habían establecido contactos a través de comerciantes y caravaneros, quedaron sólidamente unidas a Europa por mar.

La demanda de objetos de lujo -seda, marfil, joyas- y de costosas especias, así como de metales preciosos necesarios para la creciente actividad mercantil, se acentuó con la recuperación económica de mediados del siglo XV. Pero estos productos llegaban de Oriente a Europa a través de multitud de intermediarios que los encarecían, sin contar con que el flujo se vio bloqueado por el dominio turco en el Mediterráneo oriental a partir de la toma de Constantinopla (1453).
Fue la necesidad de buscar nuevas rutas para conseguirlos, junto a los avances en navegación y en la elaboración de los mapas, los que se combinaron para hacer posible la sucesión imparable de descubrimientos y conquistas. Portugal y España lideraron esta búsqueda, cuyos éxitos más notorios fueron conseguidos por Vasco de Gama, al alcanzar la India a través del mar, y por Cristóbal Colón, en pos del mismo objetivo, al encontrar por error un continente desconocido en Europa. Las ansias de riqueza de reyes, mercaderes y aventureros, más los deseos evangelizadores de la Iglesia, inauguraron un nuevo escenario mundial en el que Europa colonizaría vastas zonas del mundo.
En el siglo X los vikingos habían recorrido el Atlántico Norte y, tras descubrir Groenlandia, llegaron a las costas más septentrionales del continente americano, a las que llamaron Vinlandia, pero estas expediciones no tuvieron continuidad y fueron olvidadas. En la época medieval, el comercio de Europa con el Lejano Oriente había alcanzado un cierto desarrollo. A través de la Ruta de la Seda se traían de Asia artículos de lujo, como las especias, los perfumes, las sedas, las piedras preciosas y el marfil. Las rutas eran largas e inseguras, pero las conquistas de los cruzados en tierras de Oriente Medio aseguraban el tráfico comercial, Sin embargo, la situación se agravó a partir de 1453, cuando los turcos otomanos conquistaron la ciudad de Constantinopla y cortaron el camino terrestre que unía Europa con Asia, Por ello, los europeos intentaron buscar nuevas rutas que llegaran al Lejano Oriente por mar.



atlas cATALÁN, 1357.
Antes que nada, la expansión de Europa estaba ligada al desarrollo de las monarquías centralizadas durante el Renacimiento. Aunque los historiadores discuten todavía el grado de esa centralización, la verdad es que todo el proceso fue una empresa estatal. Hacia la segunda mitad del siglo XV, las monarquías europeas habían incrementado su autoridad y recursos, y se hallaban en posición de volver sus energías a lo que había más allá de sus fronteras. La monarquía española del siglo XVI era lo suficientemente fuerte para perseguir el poder tanto dentro como fuera de Europa. Al mismo tiempo, los europeos habían alcanzado un nivel de riqueza y tecnología que les permitía emprender con regularidad una serie de viajes más allá de Europa. Aunque los sumamente esquemáticos y simbólicos mapas medievales eran de poca ayuda para los marinos, las portolani o cartas detalladas elaboradas por los navegantes y matemáticos de los siglos XIV y XIV resultaron de gran valor.






La Revolución Industrial