Para pensar el genocidio
“Prácticamente ningún armenio, cualquiera fuera su educación o riqueza,
o la clase social a la que perteneciera, escapó a la orden. En algunos pueblos
se fijaron carteles intimando a la población armenia a presentarse en un lugar
público a una hora determinada – generalmente con anticipación de uno o dos
días-, y en otros lugares el pregonero recorría las calles voceando la orden.
En algunos pueblos ni siquiera se dio la menor advertencia. Los gendarmes
aparecían en una casa armenia y ordenaban a los ocupantes que los siguieran (…)
Testimonio 2: Pascual Tekeyán, sobreviviente
nacido en Jarpert, 1910.
“Los sobrevivientes de las dos partes de la caravana, entre ellos mamá,
mi tía y yo se reunieron otra vez. Comenzamos una larga caminata por rutas
llenas de espinas por lo que mamá y mi tía me llevaron sobre sus hombros para
que no llorara por el dolor que las espinas producían en mis pies descalzos.
Llegamos a la orilla del Éufrates, testigo de siglos de nuestra historia, de
nuestra grandeza, de nuestra cultura, de nuestros héroes. Ahora, enfurecido,
estaba obligado a arrastrar cuerpos vilmente asesinados de gente honrada a
quienes vio nacer, a quienes abasteció con agua para sus frutales y vergeles.
Durante veinticinco días, día y noche, el Éufrates llevó al mar miles de
armenios masacrados. Así no quedarían rastros del crimen. (…) Siendo niño yo no
veía estas escenas ya que mi mamá y mi tía me guardaban lejos de ellas y me las
contaron más tarde. Pero la intención de mi madre y mi tía no alcanzó para
salvaguardarme de todas las imágenes del horror. Recuerdo que yo mismo iba a
ver los miles de cadáveres que el río arrastraba.”
Documento 1: Resoluciones aprobadas en el
Congreso del Partido Unión y Progreso celebrados en Salónica en octubre de 1910
(fragmento)
“El gobierno será centralista, fundado por el predominio y dominación
exclusiva del elemento turco, llevado hasta sus últimas consecuencias. El
imperio se cimentará sobre una base islámica pura. Los privilegios que quedan
deben desaparecer. Los puestos importantes deben ser ocupados por turcos. Las
personas de nacionalidad no turca sólo podrán ser empleados como agentes de
importancia secundaria. Será necesario realizar la turquificación completa de
todos los súbditos otomanos. Estas finalidades no se alcanzarán jamás por la
persuasión; en consecuencia, deberá recurrirse a la fuerza de las armas. El
imperio tendrá un carácter islámico y se harán respetar las instituciones y
tradiciones musulmanas. Debe eliminarse toda otra creencia religiosa (…). Las
razas no musulmanas deben hablar y rezar en idioma turco. (…) El Congreso es
contrario a la organización de partidos políticos. Es obligación del gobierno
luchar a todo precio y por todos los medios contra los gérmenes nacionalistas
de las minorías y facilitar el dominio de la raza otomana, aun en los lugares
donde ésta es minoría. El Congreso es contrario a toda clase de ideas de
autonomía; la teoría de la descentralización conspira contra la nacionalidad
otomana (…).
Documento 2: Circular del gobierno turco para
las autoridades locales del imperio. Abril 1915 (Fragmento)
“Dios nos guarde, pero en la eventualidad de nuestra derrota, durante
las negociaciones de paz aparecerá en primer término esa “Cuestión Armenia” amenazante
contra nuestro pueblo. Por consiguiente, para proteger nuestro país, nuestra
nación, nuestro gobierno y nuestra religión contra la posibilidad de tal
peligro, el gobierno que representa al Islam y al pueblo, pase lo que pase,
para anticiparse a la presentación de la “Cuestión Armenia” en cualquier lugar
y forma, y aprovechando las facilidades que nos brida el estado de guerra, han
decidido acabar con esa cuestión de una vez por todas, deportando los armenios
a los desiertos de Arabia. Para el cumplimiento de este plan sirven como
argumentos, los siguientes: Que las fuerzas de voluntarios armenios sirven en
los ejércitos enemigos. Que los partidos políticos armenios actúan en el
interior del país y han sido organizados para atacar por la espalda a nuestro
ejército. La innumerable cantidad de armas y material bélico hallada por todas
parte de nuestro territorio. (…) El funcionario o agente que se oponga a esta
labor sagrada y patriótica, y omita la ejecución de las obligaciones que le son
impuestas o proteja o encubra por cualquier medio a éste o aquél armenio, será
considerado enemigo de la patria y de la religión y debidamente castigado.”
Documento 3: Explicación de Talaat Pashá,
Ministro del Interior turco, al embajador de Estados Unidos en Estambul, Henry
Morgenthau (1915)
“Le pedí que viniera hoy para
poder explicarle nuestra posición en el asunto armenio. Nuestras objeciones a
los armenios están basadas en tres distintas razones. En primer lugar, se han
enriquecido a costa de los turcos. En segundo lugar, están resueltos a
dominarnos y a establecer un estado separado. En tercer lugar, han alentado
abiertamente a nuestros enemigos. Han ayudado a los rusos, y a ello se debe
nuestro fracaso. Por eso hemos llegado a la decisión irrevocable de mantenerlos
inofensivos hasta que termine la guerra (…). Ya hemos liquidado las tres
cuartas partes de los armenios. Ya es
tan intenso el odio entre turcos y armenios que tenemos que terminar con ellos.
Si no, se vengarán de nosotros (…). No nos importa la pérdida comercial. Esto
no nos preocupa. Le pedí que viniera aquí para avisarle que nuestra política
hacia los armenios está bien decidida, nada la va a cambiar. No vamos a
permitir que ningún armenio se quede en Anatolia. Pueden vivir en el desierto,
pero en ninguna otra parte (…). Ningún armenio puede ser amigo nuestro después
de lo que hemos hecho.”